Primera semana: expectativas iniciales.

¡Hola! Soy Lucía del Sordo Sevillano, del tercer curso del Grado en Pedagogía, y voy a realizar mis prácticas en Educademia. Cuando empezamos la carrera veíamos este momento taaan lejano, y ¡por fin está aquí! 

Al principio, cuando oía hablar de prácticas me parecía una cosa muy compleja y en el fondo me daba un poco de miedo. Había un montón de dudas que me asaltaban (y he de reconocer que todavía me preocupan un poquito): “¿seré capaz de desempeñar bien mi función?”, “¿sabré aplicar los conocimientos teóricos que estoy adquiriendo a lo largo de estos cursos?”, “¿aprenderé tanto como dicen que se aprende?”, etcétera.

Hoy, aunque todavía siento algo de miedo por ser una cosa desconocida para mí, sé que va a ser una de las mejores experiencias de este Grado, pues vamos a llevar a cabo todo lo que hemos aprendido con tanto anhelo y dedicación, y sin duda alguna, todos los vamos a hacer genial y vamos a disfrutar un montón. 

En relación a esto, mis expectativas con respecto a esta experiencia son: aprender lo máximo posible, ayudar a las personas que lo necesiten en todo lo que sea posible, sentirme satisfecha con mi participación en esta academia y con el desempeño de mi labor, poder aplicar en la realidad todos los conocimientos que he aprendido, entre otras muchas.

Para mí la Pedagogía es un tema que me resulta muy interesante porque se puede aplicar a cualquier contexto de la vida cotidiana. Otro de mis intereses es la infancia, pues considero que es la etapa más importante de la vida de una persona, por lo que hay que intentar que sea lo mejor posible para que ese niño/a, en el futuro sea un/a adulto/a con un pleno desarrollo. 

Cuando realizamos la solicitud de los posibles sitios para hacer prácticas, Educademia era mi primera opción, pues se encuentra muy cerca de mi casa y me parece muy interesante la labor educativa que desempeñan desde esa academia. El día que salió el listado provisional de sitios adjudicados no me podía creer que me hubiera tocado la primera opción que elegí, estaba muy contenta.

Para finalizar, me gustaría contar una anécdota. Cuando era pequeña empecé a ir al cole en el primer curso del segundo ciclo de Educación Infantil, es decir, con tres años. Toda esa etapa, hasta los cinco años, tuve una maestra que fue muy importante para mí, la “Señorita Adela”. Desde esa edad tan temprana, empecé a jugar imitando a mi maestra: ponía deberes a mis padres y a mis abuelos, tenía una pequeña pizarra en la que “explicaba” las letras,... Hoy, con 21 años, por fin voy a tener mi primera experiencia profesional en este ámbito y voy a poder llevar a la práctica aquella actividad que tantas y tantas veces imité de pequeña en forma de juego. 

¡Espero dejar el listón muy alto! ¡Mucha suerte a todos/as!