martes, 6 de abril de 2021

Sexta semana: evaluación


            ¡Hola compañeros y compañeras! ¿Qué tal? Espero que hayáis disfrutado de esta semana de vacaciones. Para recordaros, soy Ismael y estoy realizando mis prácticas dentro del departamento de orientación del IES Luca de Tena (Sevilla).

A mi parecer, en un instituto es algo complicado de analizar la evaluación, pues no hay una sola metodología de evaluación implantada en el centro. Cada docente y cada departamento se rigen según los criterios que ellos mismos consideran. En los siguientes párrafos os detallo:

✔Las evaluaciones

Partiendo por la evaluación inicial, desconozco por completo si se realiza en el centro a principios de curso, ya que entramos a las prácticas a finales de febrero. La teoría es clara: realizar una evaluación inicial de los conocimientos para poder partir de lo que el alumnado ya conoce (enfoque constructivista). La cuestión está en que, si cuando se realiza, verdaderamente se pone en práctica y se analiza la situación inicial del alumnado. En cuanto a la evaluación formativa o procesual es algo constante, pero que también depende de cada docente en el transcurso del día a día en el aula.

Si hay una cuestión que es clara y objetiva: al final de cada trimestre cada alumno/a debe tener una nota en cada asignatura del 1 al 10 (siendo 5 el aprobado). La evaluación final es la que más peso tiene en institutos de secundaria, y más aún en cursos como bachillerato. La mayoría de las evaluaciones sumativas y finales se rigen por la entrega de trabajos y realización de exámenes de los contenidos de cada materia.

Desde un punto más global y holístico, habiendo vivido el final del segundo trimestre en el centro, las evaluaciones del primer y segundo trimestre solo tienen un carácter informativo. A las que verdaderamente se le da importancia es a la final del tercer trimestre (que tiene en cuenta las otras dos).  Desde mi experiencia personal, la dirección del centro intenta que el peso lo tengan los aprendizajes más allá de los números (las notas en sí), pero la realidad va más allá y para el alumnado lo único que importa son las calificaciones.

Los instrumentos en general

            Como he mencionado en párrafos anteriores, los instrumentos más usados son las pruebas escritas (“exámenes”) y entrega de trabajos. Si es cierto que existen algunas asignaturas en las que se establecen otros instrumentos y métodos de evaluación como son exposiciones, presentaciones, debates, el trabajo diario, etc. Pero la realidad es que lo que más peso tiene son los exámenes. No conozco ningún docente que no se rija por este tipo de evaluación para calificar a sus alumnos, aunque he de decir que en todo momento se tiene en cuenta: de donde parte el/la alumno/a, su contexto familiar y social, el trabajo diario, y toda variable que influya en su proceso de enseñanza y aprendizaje.

Los instrumentos en el departamento de orientación

            Por otro lado, me gustaría mencionar las pruebas psicopedagógicas que utiliza en este caso el orientador del centro para evaluar diferentes aspectos que influyen en la vida escolar de cada estudiante. No conozco el nombre del test que he llegado a utilizar, pero os puedo comentar que analizaba las destrezas lectoras del alumnado. Las pruebas psicopedagógicas no las considero como verdades absolutas, pues cuantifican el aprendizaje del alumnado y opino que la educación no es cuantificable. Pero si sirven para marcar orientaciones y avisar cuando un alumno/a tiene dificultades.

💡Reflexionemos 💡

La realidad es la que es, los exámenes son los predominan cuando hablamos de evaluación, en lo que parece ser una “carrera” que tienen todas las asignaturas por dar todos los contenidos necesarios para el próximo curso. No hay espacio para la curiosidad, para pensar, para reflexionar. El calendario académico no lo permite. Entiendo que los institutos, especialmente aquellos que tienen bachillerato en su oferta educativa, son un camino donde la meta es selectividad y todo lo que se hace desde que el/la alumno/a entra es “aprender” lo necesario para desenvolverse en esta prueba. ¿Cómo los docentes saben que sus alumnos/as saben los conocimientos? Así es, con los exámenes y las pruebas finales, la evaluación final/sumativa. Este es mi punto de vista y en realidad, pensándolo en frío, me entristece. Creo que hay que darle una vuelta de hoja, aprender no puede ser cumplir metas y objetivos estrictos, tiene que ser desarrollar capacidades y competencias que permitan culturizar al individuo y prepararlo para vivir en sociedad. ¿Qué opináis? De aquí hay mucho que hablar. ¡Un saludo a todos/as, os leo!

6 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo vivimos por y para lo exámenes, desde pequeños nos enseñan prácticamente a eso ya que si no logras la calificación en un examen no promocionas de curso, no has superado la materia...etc. Es bastante injusto que todo el aprendizaje de un alumno sea medido atravez de un examen, queda mucho que cambiar en la educación y esperemos que ojala algún día cambie

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    1. Ahora nosotros también somos parte del problema: como profesionales en educación no podemos mirar a un lado y simplemente entristecernos. Debemos de apostar allá donde estemos por otras formas de entender la educación, por metodologías de aprendizaje diferentes y alternativas, y finalmente por modelos de evaluación dónde la calificaciones solo sean algo simbólico. En nuestro día a día, y justo ahora en las prácticas, es el momento de abogar por esto que digo y asesorar a los docentes para que poco a poco se produzca el cambio.

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  2. Me parece que tu reflexión es muy acorde con las que tenemos muchos de nosotros y nosotras, has dado en el clavo en los comentarios realizados y la necesidad de cambiar esta idea sobre la clasificación que se nos etiqueta desde pequeños en relación a una nota numérica en los exámenes. Ojala algún día esta idea cambie y se avance en relación a esta evaluación de los alumnos y alumnas.

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  3. Al igual que le he comentado a Regla María, debemos de empezar a poner nuestro grano de arena como expertos y expertas en educación: el asesoramiento a docentes acerca de otros modelos que dejen de un lado la evaluación sumativa es fundamental.

    El problema que en realidad veo es que, al ser un modelo tan extendido, abarca todo el sistema educativo de educación reglada. Toda la secundaria hasta los estudios universitarios destacan por este tipo de evaluación y este período se encuentra impregnado en esta dinámica. Paso a paso se podrá empezar a conseguir cambios, pero tenemos que ser nosotros y nosotras quienes demos la voz de alarma. ¡Un saludo Laura!

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  4. Es una pena que no hayas preguntado por la evaluación inicial (aunque no hayas estado en el centro a principio de curso), podías/debías haber buscado información entre los docentes o en el Plan de Centro.
    Es curioso, como ninguna de las aportaciones al blog que yo he leído, hacen referencia a otras evaluaciones que no sean la del aprendizaje de los alumnos ¿eso puede ser reflejo de que en la facultad hemos insistido poco en que debemos evaluar TODOS los elementos del proceso de enseñanza-aprendizaje?, me apunto el déficit.
    Gracias por tu descripción y tu reflexión.

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    1. Solemos asociar demasiado evaluación a exámenes y reducirlo todo al aprendizaje de los alumnos. Tienes razón, hay más elementos a evaluar dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje. Es un proceso complejo donde intervienen numerosos factores y es cierto: ninguno hemos caído en otro tipo de evaluaciones en nuestras entradas fuera del aprendizaje del alumnado.
      Me has hecho reflexionar, habría que revisar otras formas de evaluación como aquellas que certifican la calidad de las enseñanzas de los docentes, la organización del centro, etc. Parece consecuencia de lo que mencionas: en la facultad no se hace demasiado eco de que evaluación va más allá del aprendizaje, pues es como he dicho un proceso e intervienen más factores. Un saludo y gracias por tus comentarios, siempre hacen pensar.

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