Buenas a todos, os voy a intentar explicar brevemente cómo es la relación existente en mi entidad de prácticas. Para comenzar, tenemos al responsable de la misma, Javier. No suele salir del despacho, a no ser que sea realmente necesario y es el encargado de todo el tema de papeleo y gestión de la entidad, sin tomar partido en los temas referentes a la metodología.
En cuanto a las demás (Cristina, María y María Luisa), realizan las mismas tareas y metodologías para todos los alumnos. De hecho, todos los lunes tienen una reunión antes de empezar las clases, donde comentan todo lo que se va a llevar a cabo a lo largo de la semana y cómo se realizará. Si en algún momento alguna de ellas tiene dudas sobre lo que se ha decidido hacer, pregunta a cualquiera de las otras dos, o bien acercándose a la clase, o bien llamando por teléfono. El caso es que, a final de semana, han tenido que realizar las mismas tareas las tres.
La toma de decisiones, como ya he podido adelantar, se hace más bien entre las tres maestras, salvo que sea algún tema de gestión o administrativa. Las tres profesoras mantienen el mismo nivel en la jerarquía, aunque considero que Cristina, la mujer de Javier, posee más liderazgo que las otras dos, debido a la mayor responsabilidad que posee dentro del centro. Ella es la tutora de todos los alumnos/as de la entidad, por lo que es la encargada de realizar las tutorías con los familiares y hacer las llamadas correspondientes cuando sea necesario.
Debido a la diversidad que nos podemos encontrar ahí, hay alumnos que poseen un trastorno más severo y violento que otros, o alumnos/as que necesitan más atención que los demás. Si en algún momento hay un alumno/a que se comporta de manera violenta, el protocolo a seguir es sacarlo del aula y tranquilizarlo de alguna manera entre las profesoras o, en caso de ser muy grave, llamar a su familia para que lo recojan.
En cuanto a las familias, he podido comprobar que están muy comprometidos con la entidad y se vuelcan en sus hijos y en todo lo que hacen. Es verdad que hay casos en los que los padres no prestan la atención necesaria a sus hijos, pero no son casos tan severos y se pueden llegar a controlar sin problemas.
Por último, en cuanto a las alumnas de prácticas, en mi entidad nos encontramos dos alumnas de pedagogía (tercero y cuarto), una de magisterio de educación especial y otra de un grado medio de educación especial, esta última es una nueva incorporación de esta semana. Cada una estamos en una clase y vamos rotando cada mes, excepto las dos de educación especial que están juntas, pues la chica de magisterio solo va tres días a la semana.
¡Buenas Yolanda! Me alegra leer que vais a rotar y así conoceréis de primera mano la diversidad que existe. Además, creo que es bueno que conozcas el protocolo a seguir con determinados alumnos/as.
ResponderEliminarEspero que todo siga genial.
No entiendo bien esta expresión: "hay casos en los que los padres no prestan la atención necesaria a sus hijos, pero no son casos tan severos y se pueden llegar a controlar sin problemas", y cómo se establecen las relaciones con esas familias y alumnos.
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